jueves, 30 de agosto de 2012



José Trinidad Cabañas


Nació en Tegucigalpa en 1805 y falleció en Comayagua en 1871. Presidente constitucional de la República del 1 de marzo de 1852 al 18 de octubre de 1855. Sus padres fueron José María Cabañas y Juana Fiallos de Cabañas.
Estudió en el Colegio Tridentino de Comayagua y se inició en la carrera de armas en 1827, defendiendo al Jefe de Estado Dionisio de Herrera cuando el país fue invadido por tropas federales, bajo el mando de José Milla, enviadas por el presidente federal Manuel José Arce.
Participó con el General Francisco Morazán en casi todas sus campañas, y obtuvo todos los grados militares en los campos de batalla de los cinco países centroamericanos, siempre como soldado de la Federación, en la que creyó ciegamente. Fue ministro y presidente del Congreso en El Salvador; ostentó diversos cargos militares y ejerció la presidencia hondureña entre 1852 y 1855. Durante su gestión presidencial se intentó por primera vez en la historia centroamericana construir un ferrocarril interocéanico; para ello realizó gestiones con el diplomático Ephraim G. Squier, si bien no lograron concretarse ante la imposibilidad de obtener apoyo financiero de Estados Unidos y Gran Bretaña.
Cuando Cabañas fue derrotado por aliados de Carrera emigró a Nicaragua, donde se entrevistó con el filibustero William Walker. Éste le ofreció armas y soldados para recuperar el poder, poniendo como condición asumir la dirección personal de las operaciones militares; sin embargo esta condición no fue aceptada por Cabañas. En 1864 los gobiernos de Honduras, Guatemala, El Salvador y Nicaragua exigieron al de Costa Rica que le negara asilo tanto a él como a otros morazanistas, pero la petición no fue oída por las autoridades costarricenses.
Gracias a esta valiente actitud, Cabañas pudo permanecer en Costa Rica hasta 1867, cuando regresó a su patria natal.
El presidente José María Medina lo nombró intendente de la aduana de Trujillo, pero Cabañas renunció a los tres meses y no quiso cobrar sueldo alguno. Se retiró a Comayagua donde compró una pequeña propiedad a orillas del Selguapa y se dedicó al oficio de lañador, en tanto que la patria entera le prodigaba sus respetos.
Sus restos fueron sepultados en la iglesia de San Sebastián con los honores propios de su condición de general de división y ex presidente de la República. Figura en la lista de hondureños más prominentes y su valentía legendaria ha sido motivo de inspiración para muchos, entre ellos José Trinidad Reyes, quien le cantó en elegantes octavas reales.

TEGUCIGALPA,
HONDURAS

Sus ideas y su ejemplo de honradez lo ha hecho trascender como unos de los más importantes de la historia nacional. Su nombre figura junto al de los grandes próceres hondureños.
Se trata del general José Trinidad Cabañas, quien este año cumple 205 años de su natalicio.
Es considerado prócer y una de las personas más honradas de la historia de Honduras. Durante su período como presidente sostuvo que: "No se trata de fundar la República de algunos, si no la República de todos".
En su estatua erigida en el parque La Merced, de Tegucigalpa, puede leerse: "Al Heroico Soldado de la unión centroamericana.
Al guerrero modelo de constancia, de honradez y de valor", todo los anterior lo afirma Luis Roberto Castellanos en su libro "Símbolos y personajes históricos de Honduras".

Su vida
Cabañas nació en Tegucigalpa el 9 de junio de 1805.
Es hijo de José María Cabañas Rivera y Juana Fiallos. Fue bautizado por el padre Juan Francisco Márquez el mismo día de su nacimiento, su fe de bautismo se encuentra en el folio 98 del Registro Eclesiástico de la Iglesia Parroquial de San Miguel de Tegucigalpa y lo registra como español. Estudio gramática latina, teología y filosofía en el Colegio Tridentino de Comayagua.

Héroe
En 1827 cuando las fuerzas de Justo Milla invadieron y sitiaron Comayagua y derrocaron al gobierno de Dionisio de Herrera, Cabañas, con 22 años de edad, prestó su cooperación en defensa del gobierno.
Fue así como ingresó al ejército de la República Federal de Centroamérica, donde fue lugarteniente de Francisco Morazán y llegó a ser general del ejército federal, ganando liderazgo político y militar, lo que le valió ser diputado de la Asamblea Constituyente de 1830.
La primera experiencia militar de Cabañas fue en la Batalla de la Trinidad, el 11 de noviembre del mismo año. Participó también en las batallas de San Salvador, Las Charcas y, además, destacó en las batallas de El Espíritu Santo y en las de San Pedro Perulapán, ocurridas el 6 de abril y el 25 de septiembre de 1839, respectivamente.

Presidente
Cabañas realizó importantes obras para fomentar la instrucción pública, la agricultura y la minería, así como esfuerzos significativos para mejorar el cultivo del café y la Instrucción Pública.
Fue el primer impulsor del ferrocarril, el café y la artesanía de junco. Fue un presidente educador, que impuso impuestos a la exportación de ganado y madera para establecer las primeras 50 escuelas públicas pagadas por el erario nacional.

Últimos años
Durante los últimos años de su vida, el general José Trinidad Cabañas se retiró de la política y se estableció en Comayagua.
Además, inició una campaña contra la presencia de Williams Walker en Centroamérica, luego fue nombrado por la administración del presidente José María Medina como Intendente de la Aduana de Trujillo.
Cabañas falleció el 8 de enero de 1871, a la edad de 65 años. Luego de su muerte, el gobierno de Honduras le otorgó el título de "Soldado de la Patria" y la república de El Salvador bautizó con su nombre a uno de sus departamentos.
Hoy que se cumple su 205 aniversario y no podemos más que invitar a los que dirigen la nación que imiten su ejemplo de honradez.

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